DETERMINACIÓN PRESUNTUOSA

Determinación:
Cosa que alguien determina hacer o que se haga.

Presuntuoso:
Que muestra presunción, vanidad u orgullo.

El día 3 de noviembre de 1957 la Unión Sovietica envió al espacio el satélite Sputnik 2, fue seguido por miles de personas ya que el lanzamiento no solo demostraba, con el lanzamiento del segundo satélite, la superioridad de la Unión Soviética sobre los Estados Unidos y que se podía volver al espacio, sino lo más importante:

También demostraba que era posible llevar a un ser vivo al espacio, dentro de la cabina del Sputnik 2 iba una perra llamada originariamente Kudryavka (pequeña de pelo rizado), la cual sería conocida mundialmente como Laika (cazador) debido al nombre de su raza.

El primero paso para meter a Laika a la cabina presurizada del Sputnik 2 era ponerle su arnes.

Luego era amarrada a una área acolchonada que le permitía estar en pie o acostada sobre una, siempre sujeta a un arnés, una bolsa recogía los excrementos y unos electrodos monitorizaban las señales vitales.

Luego se le introducía a la cabina.

Se le proporcionaba oxígeno, agua y comida en forma de gelatina.

Se le envió al espacio, las personas estaban al pendiente de su salud así como por su regreso ya que la Unión Soviética había anunciado que llevaba suficiente comida y agua para regresar en paracaídas.

Los informes que mostraban los sensores informaban que Laika estaba agitada pero comía, a los seis días de viaje el oxígeno se agotó y murió aunque el gobierno soviético afirmó inicialmente que fue sometida a eutanasia antes del agotamiento del oxígeno.

Todos estaban tristes por su destino.

Pero …….

Laika no murió de esa manera y su muerte se debe a la precipitación de la Unión Soviética o más bien debido a su Presidente presuntuoso.

Eran tiempos de la guerra fría y de la guerra espacial entre las dos superpotencias.

El líder de la Unión Soviética Nikita Serguéievich Jruschov quería algo espectacular para el 40 aniversario de la revolución comunista.

Por lo que exigió del ingeniero responsable del programa espacial Sergey Korolev algo que reflejara la superioridad tecnológica soviética sobre Estados Unidos, por lo que le solicitó  adelantar el vuelo siguiente denominado Sputnik 2.

El problema era que la nave estaría lista hasta el mes de diciembre y estaban a 12 de octubre, faltaban  de 20 días para 40 aniversario de la revolución comunista.

Solo disponían de una nave similar a la ya enviada en la primera misión Sputnik 1 y ya se sabía que no estaba programada para regresar.

Si bien el objetivo inmediato en la carrera espacial era enviar un ser humano al espacio, era muy arriesgado hacer el intento con un astronauta, entonces, Sergey Korolev propuso enviar un perro al espacio.

Desde ese momento se sabía que la nave no tenía la tecnología suficiente para garantizar el retorno del satélite y que Laika estaba condenada a morir.

De una manera u otra.

El gobierno soviético siempre aseguró que Laika había muerto, sin dolor, después de una semana en órbita.

Pero hoy en día se sabe que la perra murió seis horas después del lanzamiento, por una combinación de problemas respiratorios y un paro cardíaco tras el supercalentamiento de la cabina.

Las primeras evidencias de las circunstancias de la muerte fueron presentadas en el año 2002 en el World Space Congress, en Houston, Texas, por Dimitri Malashenkov, del Instituto para Problemas Biológicos de Moscú.

Se explicó que todo comenzó con un concurso que realizaron para seleccionar al perro que sería enviado al espacio y cuyos participantes debían cumplir con los siguientes requisitos.

Pesar menos de 6 kilos.

Medir menos de 36 centímetros.

Que fuera hembra ya que el macho levanta la pata y no se disponía de espacio.

A los seleccionados se les sometían a pruebas durante días para asegurarse de que podrían soportar las condiciones de los viajes espaciales y estar en espacios reducidos.

Al estar encerrados durante horas en espacios tan pequeños, los animales dejaban de orinar y defecar y se quedaban quietos, su estado de salud se deterioraba por lo que comenzaron a darles laxantes que no mejoraban su condición.

Pronto los investigadores encontraron que lo único que resultaba eficaz eran los largos periodos de entrenamiento.

Dentro de sus entrenamientos, los perros fueron colocados en centrifugadoras que simulaban la aceleración del lanzamiento de un cohete y se colocaron en máquinas que simulan los ruidos de la nave espacial, lo cual ocasionaba que los impulsos de los perros se duplicasen y su presión arterial aumentara.

Además, durante los días de entrenamiento, la alimentación de los perros se basó en un gel especial de alta nutrición que sería su comida en el espacio.

La cabina del Sputnik 2 era reducida y para acostumbrarles, fueron metiendo a los perros en compartimentos cada vez más pequeños durante 20 días.

Después de someterlos a diferentes  pruebas y entrenamientos, se llegó a la conclusión de que un perro callejero es más resistente a las duras pruebas que una mascota casera. 

Los perros de raza y pedigrí fueron considerados demasiado mimados e incapaces de alcanzar buenos resultados en los cursos de supervivencia en situaciones graves.

Por tanto, los perros cosmonautas fueron reclutados principalmente en las calles, Laika, por ejemplo, vagaba por las calles de Moscú cuando fue reclutada.

Los especialistas preferían trabajar con hembras, a las que consideraban más disciplinadas y los animales de pelo liso se consideraban como los más adecuados para la instalación de sensores.

Los científicos soviéticos Vladimir Yazdovsky y Oleg Gazenkoe entrenaron a los perros.

                                                                                                                                                                      De los 10 candidatos preseleccionados para la prueba final, consistente en resistencia dentro de la cámara de presión centrífuga, tres sobresalieron:

Albina, Laika y Mukhu.

Albina estaba embarazada y Mukhu fue rechazada por tener curvas poco fotogénicas en las patas.

Así que Laika fue la elegida para morir en el espacio y entrar en la historia.

Antes del lanzamiento, el Dr. Vladimir Yazdovsky llevó a Laika a casa para jugar con sus hijos y en su libro que narra la historia comentó:

“Laika era tranquila y encantadora … Quería hacer algo bueno por ella: le quedaba muy poco tiempo para vivir”

Laika fue colocada dentro de su traje de astronauta y se le puso en el satélite el día 31 de octubre de 1957, tres días antes del lanzamiento, hacía frío y controlaron la temperatura dentro de la cabina mediante corros de agua caliente.

Uno de los técnicos que preparó la cápsula antes del despegue final declaró que:

“Después de colocar a Laika en el contenedor y antes de cerrar la escotilla, le besamos la nariz y le deseamos buen viaje, sabiendo que no sobreviviría al vuelo”.

Varios sensores en el cuerpo de Laika monitoreaban su estado cardíaco, respiración y presión, durante el lanzamiento su pulso se elevó tres veces sobre la velocidad normal, después de tres horas, su ritmo cardíaco volvió a la normalidad.

Parecía que nada iba mal y de repente, comenta Dimitri Malashenkov, durante la cuarta órbita de la Tierra, la temperatura dentro de la cápsula comenzó a elevarse y alcanzó más de 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit), debido a un aislamiento insuficiente de los rayos del sol.

La causa se debe a que después de alcanzar la órbita, el cono de la nariz del Sputnik 2 fue lanzado con éxito, el problema surgió ya que el núcleo del llamado Bloque A no se separó como estaba planeado, lo que impidió que el sistema de control térmico funcionara  correctamente.

Así también una parte del aislamiento térmico se soltó, elevando la temperatura de la cabina a 40 ° C

Aproximadamente entre cinco a siete horas del inicio del vuelo no se recibieron más señales de vida.

Laika había muerto.

Esas cuatro órbitas alrededor de la Tierra convirtieron a Laika en la primera cosmonauta del mundo, sacrificada por el éxito de futuras misiones espaciales.

El Sputnik 2 continuó su misión por cinco meses dando la vuelta al planeta 2.570 veces hasta que se desintegró al entrar en la atmósfera terrestre el 4 de abril de 1958, sobre el grupo de islas Antillas.

Se tenían las expectativas de que Laika se mantuviera con vida de ocho a 10 días, pero en cambio murió después de unas horas de sobrecalentamiento y deshidratación.

Más con el fin de mantener la atención mundial decidieron no aceptar los hechos por lo cual la radio soviética siguió difundiendo actualizaciones diarias sobre su salud, insistiendo en que todo estaba bien.

La versión oficial fue que murió después de comer veneno administrado en su comida para evitar una muerte dolorosa al reingresar a la atmósfera de la Tierra.

Moscú mantuvo esta ficción durante muchos años.